Celos. Muy a menudo fastidian nuestros planes, hacen que un día que prometía ser espectacular se convierta en pocos segundos y gracias a un acontecimiento sin importancia. Normalmente esos celos, esos motivos son solamente producto de nuestra imaginación, pero de vez en cuando, solo de vez en cuando resultan ser algo real, algo que nos pega en las narices hasta conseguir que nos sangren día a día. Son algo que poco a poco va ganando espacio en su vida, y como no hay espacio para todo, el nuestro se vuelve más y más concurrido.